Recientemente, estuve pensando en lo que puede traer el futuro y cómo la pandemia actual afectará eso. En este momento, las cosas son muy inciertas para la mayoría de nosotros. Nuestras rutinas se han interrumpido, el empleo puede no estar garantizado y los tiempos son difíciles, tanto económicos como de otro tipo.

Cambiar tus hábitos financieros no siempre es fácil. Pero cambiar tus hábitos en pequeños pasos es fácil.

¿Cómo sobrellevamos un mundo como este? Es saludable concentrarse en las cosas que puedes controlar en lugar de concentrarse en lo que no puedes. Para empezar sería bueno echar un vistazo a tus hábitos financieros actuales.

En FoolProof hemos creado un plan para ayudarte a mejorar tu comportamiento financiero personal, a partir de ahora. También es un plan bastante fácil. Se centra en hacer del escepticismo saludable tu hábito: pensarás con cautela y de manera crítica sobre todos tus gastos.

Cambios que sabes que debes realizar. Al implementar estos 10 pasos ahora, tu dinero aumentará y serás una persona más feliz. Es normal que no estés seguro de nuestro enfoque- y ser el escéptico saludable que deberías ser- pero confiamos en que esto te ayudará, y esa es una garantía de FoolProof.

Entonces, empecemos.

1. Inicio

Esto puede parecer simple, pero es el primer paso necesario a dar; simplemente comienza a hacer [algunos] cambios en tu comportamiento financiero. Decide, ahora, que realmente deseas tener éxito con tu dinero y cambia algunos de tus hábitos financieros (especialmente los que están en tu contra).

2. Rutinas

Mírate a ti mismo- tú eres lo que haces a diario, especialmente cuando se trata de tu dinero. Por lo tanto, piensa en tus patrones financieros, rutinas de dinero y hábitos, especialmente los malos- ¡esos son los que deseas cambiar!

Haz una lista de tus hábitos y rutinas, de modo que puedas tener una supervisión completa de las decisiones que tomas y no dejes que tus rutinas tomen tus decisiones.

He aquí un ejemplo:
Normalmente terminas en el supermercado todos los días justo antes de la hora de la cena. Compras más de lo que necesitas porque tienes hambre, compras productos que no necesitas.

¿Nuestra solución rápida?
Planifica tus compras de comestibles cuando no tengas tanta hambre, haz una lista y apégate a ella, o come un bocadillo rápido antes de comprar.

3. Descubre Tus Motivos

¿Por qué compras lo que compras? ¿Y por qué compras algo cuando te sientes de cierta manera? ¿Simplemente te gusta? ¿Es algo que quieres o necesitas? ¿Estabas aburrido o frustrado cuando hiciste esa compra?

¿Cuál es tu motivo para comprar? Hazte la importante pregunta de por qué realmente estás comprando algo, con cada compra. Probablemente descubras que realizas muchas compras innecesarias y puedes detenerlas en seco.

¿Como pasa esto?

  • Compras un nuevo dispositivo para compensar un mal día
  • Te recompensas con joyas porque necesitas un "impulso de felicidad"
  • Agarras una bolsa de cecina mientras le pones gasolina a tu auto

Conocer los motivos detrás de tus compras te ayudará a evitar caer en 'trampas de compra' y sobrepasar tu presupuesto al mismo tiempo.

4. ¡Control de Impulsos!

La vida pasa. Pero una cosa es segura: lo que sea que pase, tú estás a cargo de tu reacción. Siempre. Tienes una opción: asegúrate de que sea la correcta y no cedas a los impulsos.

El control de impulsos está estrechamente relacionado con tus motivos de compra. Sé consciente de tu razón para comprar y tus impulsos, ya que estás a punto de ser un consumidor más inteligente y un escéptico saludable.

He aquí un ejemplo:
Todo comienza con cosas tan sencillas como agarrar un paquete de chicles mientras esperas en la fila del supermercado. O comprar un café Starbucks sobre la marcha porque te cansaste un poco. Lo creas o no, controlar tus impulsos te ahorrará alrededor de $500 mil en tu vida. Pero llegaremos a eso más tarde.

5. Enumera y Cuestiona Tus Necesidades

Hemos estado hablando principalmente de tus "deseos". Para preparar al 'nuevo tú', ahora necesitamos conocer tus 'necesidades'.

Enumera todas las facturas mensuales que tienes que pagar, como mínimo, para vivir tu vida. Piensa en el alquiler / hipoteca, servicios públicos, pagos del automóvil, factura de teléfono, seguro y atención médica, y cosas por el estilo. Luego, piensa críticamente si son una "necesidad" o si en realidad son un "deseo". Deja los deseos, solo concéntrate en las 'necesidades'.

Esta hoja de trabajo de la Comisión Federal de Comercio (FTC) puede ayudarte a identificar tus ingresos y gastos mensuales.

6. Prepárate para Tener un Desliz

Te sientes bien por el mal hábito que has cambiado y luego vuelves a caer en ese mal hábito. Aunque eso pueda ser frustrante y desmotivador, aquí hay una solución: planifica tus posibles soluciones con anticipación, en caso de tener un desliz.

Esto es lo que podría pasar:
Digamos que estás viviendo de cheque a cheque. Tienes poco efectivo al final de cada mes y no puedes pagar todas tus facturas. Sin embargo, compras el último videojuego, sales a cenar con amigos, compras café en Starbucks, etc. ¡Está bien! Todos somos humanos y los errores ocurren.

Pero cambiemos las cosas:
Mueve las fechas de vencimiento de tus facturas (las necesidades del n. ° 5) hasta principios de mes, coloca un poco de dinero en tu cuenta de ahorros [bloqueada] y haz un presupuesto de lo que queda primero para el supermercado, luego suma el resto a la cuenta de gastos innecesarios (deseos).

Ahora, una vez que implementes estos cambios:
¿Gastas demasiado en apuestas a mitad del mes? Sin estrés, has pagado tus facturas, tienes dinero reservado para comida y solo tienes que tomártelo con calma hasta que recibas tu próximo pago. Tus deseos pueden esperar después de que tus necesidades hayan sido pagadas. ¡BAM! Parece bastante simple, ¿verdad?

7. Establece una Meta de Ahorro

Hazlo específico y realista. Visualiza cómo y cuándo deseas alcanzar tu objetivo y comienza a trabajar para lograrlo. Establecer una meta de ahorro y esforzarse por cumplirla, incluso en tiempos difíciles, te ayudará a mantener el control de tus gastos.

8. Obtén Apoyo

Muchos de nosotros tenemos problemas económicos actualmente. Hablar un poco sobre tus problemas (sin compartir demasiados detalles financieros con extraños, debido a preocupaciones de seguridad financiera) y tu plan para resolverlos puede ayudarte a ti y a la persona con la que estás hablando. Comparte tus metas con familiares y amigos, solicita su apoyo y piensa en comenzar un grupo con otras personas que estén trabajando en sus propios proyectos de comportamiento financiero. ¡Sabes, la miseria ama la compañía!

9. Di Que No

¿No te sientes muy feliz? Comprar cosas, comer en exceso o incluso apostar; ésas nunca son las soluciones [a largo plazo] para sentirte mejor. Averigua cuándo o por qué tienes esa sensación de necesidad y resuélvela. Ya sea que estés cansado, triste, solo, aburrido o inseguro; toma el control, di 'no' y descubre tus necesidades y deseos.

¿Necesitas un ejemplo?
¿Has oído hablar del remordimiento del comprador? Compras algo sobre la marcha (por impulso, porque te sientes mal, por lo que sea), y más tarde cuando empiezas a pensar demasiado en tu compra, te arrepientes. Di no y no permitas que cualquier sentimiento que tengas influya en tus gastos (o que arruine tu presupuesto).

10. Manténte en Forma Financiera

Estás muy cerca de tomar decisiones financieras sólidas, ¡bien hecho! Estás listo para el próximo gran paso; quedarte donde estás. A estas alturas, ya conoces bien tus necesidades, tus deseos, tus rutinas diarias [ajustadas] y estás listo para permanecer en esta nueva realidad. Tú eres un consumidor inteligente y ahorrativo; todo lo que tienes que hacer es recordar estos 10 pasos de vez en cuando.

Puedes hacer esto, ¿verdad? ¡Pan comido!

Cambiar tus hábitos financieros no siempre es fácil. Pero cambiar tus hábitos en pequeños pasos es fácil. Y eso es lo que acabas de hacer. Oye, con solo leer esto, ya has comenzado a tener un mejor control de tus finanzas y salud mental. Sigue estos sencillos pasos aquí y tendrás las rutinas y los motivos para tener el control de tu vida financiera. Has convertido el escepticismo saludable en tu hábito.

¡Bien por ti!